¿Podría Facebook perder Instagram y WhatsApp? Esa es la pregunta que se hacen los analistas de la industria de tecnología desde ayer en la tarde, cuando la Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos (FTC) y los fiscales de 46 estados de ese país pusieron una demanda contra Facebook, a la que acusan de usar su poder para eliminar a sus rivales.
Lo que más sorprende es que los demandantes buscan forzar a Facebook a vender Instagram y WhatsApp, dos compañías que el gigante de las redes sociales adquirió hace varios años. Su argumento es que Facebook compró a estas empresas para evitar que en el futuro pudieran amenazar su dominio en el mercado.
La demanda muestra que el gobierno estadounidense está dispuesto a golpear con fuerza los monopolios que tienen varias empresas de tecnología, en particular Google, Amazon, Apple y Facebook, cuatro gigantes del sector que fueron investigados por un comité del Congreso de Estados Unidos durante casi un año y medio.
De hecho, hace menos de dos meses, el Departamento de Justicia de Estados Unidos inició un proceso legal contra Google, a la que se acusa de prácticas anticompetitivas que han asfixiado a sus rivales para obtener el control de los negocios de las búsquedas en Internet y la publicidad en línea.
Las acusaciones contra Facebook son similares, pero con una diferencia grande: esta nueva demanda busca que se deshagan las adquisiciones que realizó Facebook de dos de los servicios de Internet más usados del planeta.
El primero es Instagram, una red social que Facebook compró en el 2012 por 1.000 millones de dólares, y que tiene más de mil millones de usuarios en el mundo. El segundo es WhatsApp, un programa de mensajería que tiene 2.000 millones de usuarios en el mundo, y que fue adquirido por Facebook en el 2014 por 19 mil millones de dólares.
Si no puedes con tu enemigo, cómpralo
Deshacer negocios que la propia FTC había aprobado hace varios años no suena fácil. Facebook declaró ayer que eso sentaría un precedente “escalofriante” en el mundo de los negocios estadounidense, ya que querría decir que “ninguna venta es definitiva”.
La red social también dijo que WhatsApp e Instagram han tenido éxito debido precisamente a las inversiones que Facebook ha realizado para darles más fuerza. Además, afirmó que los usuarios se han beneficiado del hecho de que Facebook ha mantenido esas dos aplicaciones gratuitas.
Sin embargo, los demandantes argumentan que Facebook realizó esas compras para eliminar rivales que amenazaban su negocio: algo así como ‘si no puedes con tu enemigo, cómpralo’. Y el Gobierno de Estados Unidos tiene en su poder comunicaciones internas en las que en efecto Mark Zuckerberg, presidente de Facebook, dice que “es mejor comprar que competir”.
Lo otro que debería preocupar a Facebook es que en un país completamente polarizado como Estados Unidos, este es uno de los pocos temas en los que los partidos Republicano y Demócrata están de acuerdo: la demanda tiene el apoyo de representantes de ambos bandos.
Analistas consultados por diarios como The New York Times y The Washington Post coinciden en que este proceso podría tardar años en resolverse, en parte por el gran poder económico que tiene Facebook para defenderse.
Pero también destacan que en un caso similar, un proceso antimonopolio contra Microsoft iniciado en 1998, aunque no se logró el objetivo de dividir a la compañía, sí le quitaron dientes, porque a partir de esa demanda el escrutinio sobre Microsoft se hizo tan fuerte que la empresa tuvo que cambiar muchas de sus prácticas de competencia. A la larga, según The New York Times, eso evitó que Microsoft “frenara a sus competidores y despejó el camino para el explosivo crecimiento de Internet” en los años siguientes.
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