Tecnología
AirPods Pro de segunda generación: renovación total
Los AirPods Pro de segunda generación son una maravilla tecnológica. Duplicaron la cancelación de ruido y ahora ofrecen audio espacial personalizado, entre otras novedades.
Los audífonos con cancelación activa de ruido son una maravilla tecnológica que quizás uno no valora lo suficiente. Estos dispositivos, que cada vez exhiben software y chips más avanzados, permiten que uno se aísle acústicamente del entorno de una forma que parece casi mágica.
Uno puede estar en una oficina llena de gente que no para de hablar, o en un gimnasio que escupe reguetón a todo volumen, o en las monótonas horas de un vuelo extenso en donde el motor del avión se impone sobre los demás sonidos, y todo lo que debe hacer es ponerse los audífonos, encender la cancelación activa de ruido y de repente la mayor parte de los sonidos del exterior desaparecen y se realza el audio que uno está reproduciendo. Es como si uno se hubiera transportado a otro lugar, a un sitio en donde puede concentrar su atención en lo que realmente le interesa: un álbum de Pink Floyd, una película de Quentin Tarantino en un servicio de streaming, un audiolibro de Stephen King o el último episodio de un buen podcast… bueno, y a veces también en el trabajo.
Esto se logra gracias a software y a micrófonos externos en los audífonos que captan los sonidos del entorno y luego generan, a una gran velocidad, ondas de sonido opuestas, lo que cancela los sonidos externos. Y que esto se pueda lograr con unos audífonos tan pequeños como los AirPods Pro de segunda generación, que ni siquiera necesitan cubrir por completo los oídos para lograr este efecto, hace que esta innovación sea todavía más sorprendente.
Los AirPods Pro, los audífonos inalámbricos de gama alta de Apple, tuvieron una renovación total en su segunda generación, en donde no solo se duplicó su capacidad de cancelación de ruido, sino que se lograron unos avances en audio que son absolutamente ‘descrestadores’, gracias al nuevo procesador H2. A eso se sumaron otras mejoras, como un aumento en la duración de la batería, más opciones de carga y un estuche renovado, que hacen de estos audífonos un producto mucho más atractivo que antes.
Los nuevos audífonos, que ya se venden en Colombia, no son económicos: cuestan 1,4 millones de pesos, aproximadamente. Pero si ya usa el modelo anterior, esta es una actualización que realmente apreciará. He venido probando los AirPods Pro de segunda generación desde hace varias semanas, y a continuación le cuento cuáles son sus 10 características y mejoras más atractivas.
1. Sonido de altísima calidad. Lo que más me gustó de estos audífonos es el salto que dieron en la calidad del sonido. Los comparé con los AirPods Pro de primera generación que había venido usando y la mejora es enorme: el sonido en ambas generaciones es muy nítido, pero en los audífonos nuevos los bajos son mucho más profundos y la sensación de inmersión es mayor; en general, los AirPods Pro de segunda generación producen un sonido más cálido y poderoso.
Esto es posible gracias a un nuevo procesador incluido en los AirPods Pro, el chip H2 de Apple, que también permitió mejoras en la cancelación activa de ruido y en el modo Ambiente.
2. El doble de cancelación activa de ruido. También me pareció notable la mejora que se logró en la cancelación activa de ruido. Apple dice que los nuevos audífonos tienen “el doble de poder de cancelación de ruido”. Y en verdad el cambio es grande. Con estos audífonos uno se puede aislar bastante del entorno sin necesidad de subir demasiado el volumen.
Los probé en varios ambientes muy ruidosos. Por ejemplo, en varios vuelos en los que me pude aislar bastante del ruido de los motores del avión; eso me permitió escuchar con total claridad el audio de las películas que había descargado en un iPad. Muchas personas viajan con unos audífonos grandes que cubren los oídos para lograr ese efecto de cancelación de ruido en un avión, pero la ventaja de los AirPods Pro es que se trata de unos dispositivos de tamaño mínimo, algo que uno aprecia bastante en un viaje.
También los usé al lado de parlantes con buen volumen, de televisores encendidos y el resultado es bueno: sin mucho volumen en lo que reproducía en el iPhone o el iPad, me podía aislar bastante del entorno. También me permitieron disfrutar de podcasts mientras caminaba cerca de avenidas con mucho tráfico, aunque en ese caso el aislamiento es menor (la tecnología de cancelación activa funciona mejor con sonidos constantes de baja frecuencia, como los que produce el motor de un avión).
Al usarlos con música, noté que el mayor aislamiento me permitía captar mejor ciertos detalles de las canciones, como algunos instrumentos o coros que no había notado cuando usaba los AirPods Pro de primera generación, simplemente porque el aislamiento y la sensación de inmersión es mayor. Por la misma razón, también me parecieron muy útiles para escuchar podcasts, audiolibros y cursos de idiomas mientras hacía ejercicio.
No solo los comparé con los AirPods Pro de primera generación, sino también con unos enormes audífonos Sennheiser que ofrecen cancelación ‘pasiva’ de ruido (el aislamiento aquí se logra porque las almohadillas cubren por completo las orejas, pero no es a través de chips y software), y el resultado fue superior en los AirPods Pro 2.
Pese a su reducido tamaño, los AirPods Pro de segunda generación no solo logran muy buenos resultados en la cancelación activa de ruido, sino también pasiva, gracias a sus almohadillas que, aunque no cubren el oído como otros audífonos, sí hacen un buen trabajo bloqueando los sonidos externos.
3. Audio espacial personalizado. La tecnología de audio espacial de Apple ofrece un sonido envolvente que crea una gran sensación de inmersión con solo dos audífonos. Y ahora es posible personalizar el audio espacial con base en la forma y el tamaño de la cabeza y los oídos del usuario, gracias a una mejora del sistema iOS 16 (la última versión del sistema operativo de Apple para el iPhone).
Funciona así: uno escoge la opción de personalizar el audio espacial en el iPhone, y el software realiza un proceso similar al de la configuración de Face ID, en el que se debe mover la cabeza frente a la cámara del teléfono para que esta capte su forma. Luego a uno le piden que apunte la cámara hacia el oído derecho para registrar su forma, y luego se hace lo mismo con el izquierdo.
Así, el software crea un perfil personal basado en la geometría de la cabeza y los oídos del usuario. Con base en él, los audífonos personalizan el audio espacial que se envía a los oídos del usuario (esto funciona con los contenidos que son compatibles con esa tecnología). Es decir, cada sonido es procesado para la forma específica de la cabeza y los oídos del usuario, con lo que se logra mayor fidelidad y un audio más envolvente.
4. Volumen con los dedos. Los nuevos audífonos permiten que uno suba o baje el volumen con los dedos. Antes, uno tenía que recurrir al iPhone para bajar el volumen mediante un panel de control. Ahora no: basta con deslizar el dedo hacia arriba o hacia abajo sobre una hendidura que hay en las patas de los audífonos para subir o bajar el volumen.
También es posible realizar otras acciones, que sí estaban disponibles en la primera generación: por ejemplo, al oprimir con el dedo en esa misma zona de las patas, uno puede poner pausa a lo que se está reproduciendo (o poner ‘play’ si estaba en pausa); y de la misma forma se puede contestar una llamada entrante.
Igualmente, uno puede oprimir con el dedo en esa zona y dejar oprimido para que los audífonos desactiven la cancelación de ruido y se escuche el sonido ambiente.
5. Una mayor duración de la batería es otro plus de los nuevos audífonos. Ahora ofrecen 90 minutos más de tiempo, para un total de seis horas de servicio cuando está habilitada la cancelación activa de ruido.
Este es un tiempo importante, por ejemplo, cuando uno los usa durante un vuelo extenso o un viaje por tierra de varias horas (como pasajero, obviamente, ya que la cancelación de ruido no debería usarse si uno está manejando). Pero en las condiciones de uso normales, en donde uno no usa los audífonos todo el tiempo, la carga dura bastante porque, aparte del tiempo que se logra con la batería que incorpora cada audífono, el estuche en el que se guardan trae su propia batería, así que este funciona como una especie de cargador: cada vez que los audífonos se ponen en el estuche, comienzan a recargarse automáticamente.
Según Apple, el estuche ofrece energía suficiente para cuatro cargas adicionales, lo cual significa que los audífonos se pueden usar hasta 30 horas con cancelación activa de ruido (seis horas más que en la generación anterior).
Con mi nivel de uso, yo ponía a cargar el estuche cada 3 o 4 días, pero no porque estuviera descargado por completo, sino simplemente para mantenerlo con toda su capacidad.
6. Más opciones de carga. El estuche de los nuevos audífonos todavía se puede cargar a través de un cable Lightning, pero ahora también es posible darle energía con el cargador de un reloj Apple Watch o con cualquier cargador de tecnología MagSafe.
En el caso del cargador del reloj de Apple, uno solo acerca el extremo de ese cargador a la parte posterior del estuche de los audífonos: al hacer eso, estos dispositivos se adhieren de forma magnética y empieza la recarga.
7. Modo ambiente adaptable. La posibilidad de aislarse acústicamente del entorno es el gran atractivo de los audífonos que ofrecen cancelación activa de ruido, pero uno no siempre puede mantenerse aislado: en ocasiones es necesario dejar entrar los sonidos del entorno (por ejemplo, para escuchar un llamado por un altavoz), algo que en los AirPods Pro se logra manteniendo oprimida la pata de los audífonos; eso activa el modo Ambiente.
Pero en ese modo Ambiente hay una novedad: aunque uno necesite dejar entrar el audio del entorno por momento, no requiere que entren con toda su potencia algunos sonidos muy altos, como los de un taladro neumático en una obra vial. Por eso, Apple introdujo una tecnología de modo ambiente adaptable, que reduce de forma dinámica el volumen de los sonidos más fuertes; según Apple, estos audífonos procesan los sonidos 48.000 veces por segundo, y así pueden reaccionar de forma instantánea a los sonidos de altos decibeles a los que está expuesto el usuario.
8. Mejoras en el estuche. El estuche de los AirPods Pro conservó su atractivo diseño redondeado y minimalista. Y el tamaño es el mismo, así que uno no nota diferencias. Pero hay varias y muy importantes.
Una de ellas es que el nuevo estuche de carga es resistente al agua y al sudor. Adicionalmente, el nuevo estuche tiene un parlante integrado que produce un pitido con unos tonos más altos, lo cual es útil cuando uno necesita encontrarlo (para ello uno abre la app Encontrar en el iPhone, selecciona los audífonos y escoge ‘Reproducir sonido’). Esa opción también está disponible en la primera generación de AirPods Pro, pero el sonido que emite el escuche es mucho más tenue.
Otro detalle pequeño, pero útil, es que ahora el escuche tiene unos orificios que permiten introducir un lazo para atarlo a un llavero o un accesorio similar.
9. Más almohadillas. Las almohadillas de los AirPods Pro juegan un papel muy importante, ya que ayudan a crear el aislamiento acústico que permite disfrutar de sonido de gran calidad; es decir, estas almohadillas ofrecen una cancelación de ruido pasiva. Adicionalmente, es clave que esas almohadillas se ajusten bien a los oídos para que los audífonos no se salgan.
La buena noticia es que Apple ahora incluye un par de almohadillas adicionales, con un tamaño más pequeño. Es decir, ahora uno cuenta con cuatro tamaños de almohadillas para escoger (y es muy fácil cambiar de unas a otras).
10. Micrófono rediseñado. El micrófono de estos audífonos se rediseñó para que, trabajando en llave con unos algoritmos de mejoramiento de la voz, hagan que la voz del usuario suene más natural durante las llamadas.
Vale la pena el salto
En las tiendas del país todavía se venden los AirPods Pro de primera generación, que cuestan 1’129.000 pesos, es decir, 260 mil pesos menos que los AirPods Pro de segunda generación, cuyo precio es de 1’390.000 pesos.
Luego de comparar los dos modelos, no le recomendaría comprar los AirPods Pro de primera generación. Aunque la diferencia en precio es grande, la diferencia en desempeño y calidad de sonido es todavía mayor. Vale la pena hacer el esfuerzo y saltar de una vez al modelo nuevo.
Imágenes: Apple