¿Cuál es la mejor serie en la historia de la televisión? Ese es, sin duda, un tema subjetivo y de gustos. ¿Las medimos por los premios? ¿Por su popularidad entre el público? ¿Por su profundidad? ¿Por las sensaciones que nos dejan? ¿Por lo que dicen los críticos de televisión?
Si me pregunta a mí, yo le diría que es Mad Men –por eso estoy escribiendo este artículo, que se sale un poco del foco de EmpresarioTek–. La crítica especializada suele incluirla en sus listas de las mejores series de la historia. Pero se la he recomendado a personas que no pasaron del primer capítulo porque les pareció aburrida. Independientemente de quién tenga razón, lo que sí es un hecho es que, si no la visto, se va a perder la oportunidad porque en 10 días esa serie saldrá de Netflix. Y así, en mi subjetiva y poco conocedora opinión, Netflix perderá una de las dos mejores series de su catálogo (para mi gusto, la otra es Breaking Bad).
Mad Men cuenta la historia de Don Draper, director creativo de una agencia de publicidad ficticia de Nueva York en los años 60, quien lleva una vida disoluta y arrastra una fuerte angustia existencial. A través de la vida de Draper y sus compañeros de oficina, la serie muestra cómo era el mundo de las agencias de publicidad de la época y ofrece una radiografía de la cultura y los conflictos de la sociedad estadounidense en esa década.
Durante las distintas temporadas de Mad Men se tocan temas como el racismo, el adulterio, el machismo, la homofobia, el antisemitismo, la tolerancia con el licor en el ambiente laboral y la popularización de las drogas, lo mismo que el impacto de eventos históricos como los asesinatos de Martin Luther King y John F. Kennedy, el ascenso del computador, la llegada del hombre a la Luna y los conflictos raciales en Estados Unidos.
La serie, presentada originalmente en el canal estadounidense AMC, recibió grandes elogios por la profundidad de su guion, por la representación muy precisa de las costumbres de la época, por la fidelidad de los temas históricos, por el vestuario y por su estilo visual.
Mad Men tuvo un éxito rotundo desde su debut en julio del 2007. Durante sus cuatro primeros años al aire ganó de forma consecutiva el premio Emmy a la mejor serie dramática. En total, recibió 16 premios Emmy y cinco Globos de Oro, en categorías como mejor serie, mejor dirección, mejor guion y mejor actor (para Jon Hamm, quien representa a Don Draper).
Aunque al comienzo de este artículo decía que ese es un tema subjetivo, los críticos de televisión, los que en teoría saben del tema, suelen incluir a Mad Men en las listas que elaboran de las mejores series de televisión de la historia, junto con Los Soprano y Breaking Bad. La licencia que tenía Netflix para presentar Mad Men está a punto de terminar, y al parecer no se logró un acuerdo para su renovación.
Seguramente ya no alcanza a ver la serie en caso de que haya despertado su curiosidad y decida dedicarle unas horas en los dos fines de semana que quedan antes de su salida de Netflix: tiene 92 capítulos, divididos en siete temporadas (el 9 de junio es el último día que está en Netflix; el 10 sale del servicio). Pero al menos alcanza a ver la primera temporada, para ver si lo engancha.
Si le queda gustando, está serie se va de Netflix, pero está en HBO Go, en caso de que tenga este servicio en línea como parte de los canales premium que paga con su operador de televisión por suscripción.
Foto: AMC
