Apple empezará a fabricar computadores Mac basados en procesadores propios el próximo año, según Bloomberg. La publicación afirma que estos nuevos chips se basarán en el nuevo procesador A14 que usarán los teléfonos iPhone que Apple lanzará en el segundo semestre del 2020.
Si esa noticia se confirma (Apple nunca aclara o niega ese tipo de informaciones), sería muy negativa para Intel. Apple es el cuarto vendedor mundial de PC, con 18,3 millones de computadores despachados en el 2019, y es una de las compañías más prestigiosas en el mundo de la tecnología.
Con esta jugada, Apple busca control y mejor rendimiento. “Apple está diseñando más chips propios para ganar más control sobre el desempeño de sus dispositivos y diferenciarse de sus rivales. Tener los Mac, los iPhone y los iPad bajo la misma tecnología de base le facilitará a Apple la unificación de su ecosistema de aplicaciones y le permitirá actualizar sus computadores con mayor frecuencia. Además, reducirá la dependencia de Intel, que ha luchado para mantener los incrementos de desempeño anuales que alguna vez ofreció”, dice Bloomberg.
Adrian Kingsley-Hughes, analista de ZDNet, dice que Apple ha venido pavimentando el camino para hacer la transición; por ejemplo, al eliminar el soporte a aplicaciones de 32 bits en la última versión del MacOS (Catalina), y al introducir el proyecto Catalyst, que hace que sea más fácil ejecutar aplicaciones de iPad en los Mac.
Agrega que hay muy buenas razones por las que “Apple debería desechar a Intel y seguir sola en el mundo de los procesadores”. Eso le permitiría manejar los precios y tendría control total de la cadena de suministros. “En el pasado, Apple ha atribuido a limitaciones relacionadas con los procesadores unas ventas de Mac inferiores a las esperadas”, dice en analista.
Finalmente, Kingsley-Hughes opina que los chips de Apple son poderosos y eficientes, y “los procesadores del iPad Pro pronto superarán a los chips Intel Core que usan los computadores MacBook Pro”.
No sería la primera vez
Apple tiene un enfoque diferente al de la mayoría de los fabricantes de dispositivos tecnológicos. Desde la época de Steve Jobs, esta empresa siempre ha buscado controlar todas las variables en sus productos, en buena medida para ofrecer la mejor experiencia de uso posible, y por eso diseña los componentes más importantes de sus equipos y además es la dueña del sistema operativo, tanto en los PC como en sus dispositivos móviles.
Esto no es lo habitual. En el mundo de los PC una compañía fabrica el sistema operativo (Microsoft, con Windows) y docenas de fabricantes producen los computadores, que además usan los procesadores creados por terceros (Intel y AMD). Igual sucede en los smartphones, en donde el sistema operativo es creado por Google (Android), pero los teléfonos los fabrican otras compañías y, con ciertas excepciones, los procesadores son de terceros como Qualcomm.
De otro lado, Apple no siente temor de dar giros tecnológicos radicales en sus computadores. Ya lo ha hecho antes. Sus PC usaron procesadores de Motorola desde enero de 1984, cuando se lanzó el primer Mac, hasta 1995, cuando Apple decidió cambiar a una línea de procesadores llamada PowerPC, fabricados por una alianza integrada por Apple, Motorola e IBM.
Al cabo de unos años se hizo evidente que los procesadores de Intel, los que usan la mayoría de los PC del planeta, eran una mejor opción, entre otros porque los PowerPC tenían un consumo de energía mucho más alto y una mayor generación de calor. Y por eso en el año 2006 los Mac cambiaron a los chips de Intel.
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Imagen: Joshua Woroniecki / Pixabay